lunes, 30 de septiembre de 2013

En estado de shock

Llega la hora de despedir a nuestros padres para montarnos en el avión que nos llevará a Lima, las sensaciones van cambiando, es una situación extraña pues es la primera vez que estaré tanto tiempo y tan lejos de mi vida, de mi familia y amigos… Es difícil, todo un reto, pero a su vez siento la necesidad de seguir adelante con esta aventura, soy consciente de que es una experiencia que me acercará mucho más a todo ello, y la recompensa empieza en ese mismo instante.

Aeropuerto de Lima
Tras 12 horas de avión, llegamos a Lima. El viaje fue relativamente llevadero, pues salimos de Madrid a la 01:00 de la madrugada hora española, por lo que pudimos dormir durante el viaje, aunque solo fuese por agotamiento... Llegamos a Lima, son las 7:30 a.m, el día está gris y parece que chispea algo, aunque en realidad descubriremos que el cielo de Lima es de este color, y la lluvia no es más que la condensación de la humedad de esta ciudad tan activa.

Lima es una ciudad de dimensiones colosales en la que confluyen más de 12 millones de habitantes, la diversidad está presente en todas sus posibilidades.

Es muy difícil contar lo que Lima ha supuesto para mí, mirara donde mirara existían multitud de estímulos y situaciones que me dejaban atónito. Rápidamente fuimos conscientes de que nos encontrábamos en una “jungla de asfalto”, multitud de coches confluyen en unas vías de no muy buena calidad y a pesar de existir señalizaciones, policías y un código de circulación, la única ley vigente es la del más fuerte, la de la jungla… El parque automovilístico limeño es principalmente antiguo, por lo que rápidamente me llama la atención ver coches que en España serían clásicos, pero ello conlleva a su vez que la polución pueda verse y prácticamente palparse en la suciedad de coches, edificios e incluso plantas.


En el distrito de Rimac
Existe una gran variedad de medios de transporte en esta ciudad, coches particulares de multitud de procedencias, modelos y estados; taxis, que presentan dos diferencias con los coches particulares, un cartel en el que pone taxi y una pegatina amarilla con el número de matrícula del coche (aquí cualquiera puede convertirse en taxista con su propio coche); el metropolitano, un sistema de transporte que podríamos asemejar con el metro madrileño, pero a través de autobuses que disponen de dos carriles específicos para ellos; etc.

Pero si tengo que hacer referencia a un vehículo concreto ese es el URBANITO y lo pongo con mayúsculas porque marcará un antes y un después en este viaje. Es un pequeño autobús antiguo y blanco que recorre la ciudad mostrando los rincones más importantes y emblemáticos, de este modo pudimos conocer gran parte de Lima y de una forma muy peculiar… ¡Qué locura! ¡qué velocidad! ¡qué inestabilidad de vehículo! 

Varios platos típicos de la gastronomía peruana
La gastronomía es uno de los aspectos que más me gusta conocer cuando hago algún viaje, los que me conocéis ya sabéis que tengo buen “saque”. Nuestra primera toma de contacto con la cocina peruana fue el ceviche de pescado y la causa de atún, ambos platos son una delicia. Pero considero que este es un tema a tratar en una entrada específica para ello más adelante.

Si tuviera que definir Lima con una palabra, sería CONTRASTE. Esta palabra conlleva un significado, bajo mi punto de vista, muy positivo pues existe una riqueza cultural y social inimaginable; pero a su vez, denota una parte negativa, pues existe una gran diferencia social y económica entre los habitantes de esta gran ciudad.

Paseando por la ciudad, puedes encontrarte en un mismo distrito desde un gran edificio de lujosos apartamentos, hasta una pequeña chabola en la que piensas que no puede vivir nadie hasta que ves que tienen la ropa tendida; un BMW recién salido del concesionario, y un beattle que se cae a trozos; desde un hombre vestido con traje y corbata, hasta una mujer pidiendo o vendiendo chocolatinas con sus hijos al lado de un semáforo…


Núcleos de población a las afueras de Lima
El contraste está presente en todo momento. Hoy hemos ido a pasar el día en el campo, esto supone coger el coche por una carretera hacia las montañas, en las cuales únicamente puedes ver piedras y algún poste de luz. A medida que vas avanzando por dicha carretera, aparece la diversidad y el contraste pues existen núcleos de población en medio de esas montañas donde ni si quiera hay vegetación, obviamente se trata de zonas de una pobreza inimaginable, donde la supervivencia está presente en todos los rincones, pero a dos o tres kilómetros, existe una zona por donde pasa un río y que está acondicionada como zona recreativa donde las familias del centro de Lima acuden a pasar el día “en el campo”, son zonas de casas de parcelas con 1000, 2000 o incluso 4000 metros cuadrados, con piscinas, con parques para los niños y grandes restaurantes… El lujo está presente en todas partes.


Lo cierto es que todas estas situaciones y experiencias, te provocan un estado de shock, de malestar ante el cual la única reacción que surge es pensar en qué se puede hacer para evitarlo... Definitivamente, cada vez tengo más motivos para sentirme orgulloso de ser maestro y con ello poder formar las próximas sociedades buscando ese cambio…

lunes, 23 de septiembre de 2013

Primeros pasos

Tras haber recibido una llamada y haber realizado una reunión de preselección… ¡El 5 de agosto me confirman que definitivamente he sido seleccionado para la beca PACID!

A partir de ahí, los nervios vendrían hasta conocer el destino, había tantos lugares posibles, Ecuador, Mozambique, México, Guatemala… Pero llegó el día, María y yo íbamos a ir a Piura, Perú. Qué gran noticia, un destino fabuloso y en buena compañía.

En muy poco tiempo debíamos decidir las fechas concretas en las que marchábamos para allá, había que coger vuelos, debíamos ir a sanidad a ponernos las vacunas correspondientes, debíamos decidir si tomarnos el medicamento de la malaria o no (que gran dilema eh compañeros), pero tras multitud de decisiones, prisas, agobios… Tan sólo quedan horas para embarcar en una experiencia única, que me acompañará el resto de mi vida.

Agradecer a la oficina de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que gracias a su labor pueden desde 2008 ofertar las becas PACID. Dar las gracias también a Esther y a Luis, quienes nos impartieron el curso que nos ha servido de toma de contacto con otras realidades y proyectos de desarrollo como del que próximamente seremos partícipes.

"Los diez alumnos en la oficina de Cooperación Internacional para el Desarrollo"
Somos 7 chicas y 3 chicos de lugares diversos, que estudian en la Uva y con una característica común, las ganas por vivir la gran experiencia que se nos brinda. Los destinos son variados, unos vamos acompañados y otros irán con la única compañía que su equipaje, pero no os preocupéis que estamos en contacto…

Para conocer un poco más sobre el destino y la función en dicho lugar, aquí os dejo unos enlaces que os pueden ayudar a contextualizar un poco qué va a ser de mí durante dos meses.